Marcos es voluntario de Lifting Hands desde hace más de 1 año, y se enteró de la fundación por medio de redes sociales durante la campaña de recaudación de fondos para comprar la casa que hoy ya es nuestra.
Según nos cuenta, “siempre tuve la inquietud de apoyar una fundación, pero quería hacer algo más, supe que buscaban un profe para clases de cocina y entonces no dudé en contactarlos y buscar un horario que se acomodara a mi ajetreada semana y así enseñar un poco de lo que sé como Chef”.
Marcos empezó a dar clases para adultos los sábados, y conoció así a una comunidad de madres entregadas y apasionadas que buscan crecer y desarrollarse para ellas mismas y sus familias; son madres de las que admite haber aprendido más de lo que pudo haberles enseñado en recetas. Marcos trata de retarlas semana a semana y que aprendan a ver las miles de posibilidades que se tiene de trabajar los ingredientes del día a día y transformarlos en deliciosos platillos saludables, descubriendo también nuevos sabores del mundo.
Para Marcos, cada vez que uno entra a Lifting Hands se recarga y sale lleno de solo vibra positiva. Su discurso con sus estudiantes siempre ha sido que deben aprovechar todas las oportunidades que se les presenten, que las excusas son solo eso y no les dejan desarrollar las metas que se han planteado. Es por esto que motiva a las demás personas a que se acerquen para que descubran un lugar increíble, de gente valiosa y comprometida por el bien común.
Invita a todos los que sientan ganas de apoyar a que visiten la fundación y busquen la forma de hacerlo, pues siempre se necesitan manos y siempre hay cosas que hacer; las puertas de la cocina y de la fundación siempre estarán abiertas para los que quieran llegar a apoyar.
¡MUCHAS GRACIAS MARCOS!
Comments